Miguel Gallardo se nos ha ido de viaje, definitivamente. Autor internacional y leridano que desde sus primeras historias raras en Star, pasando por la época gamberra con Makoki y Mediavilla, y acabando en sus etapas más intimistas, reinventó siempre su marca personal, redescubriéndose en nuevos grafismos.

Miguel Gallardo ha generado más influencias de las que él mismo sospechaba, con un trazo en constante evolución, una paleta brillante y esa habilidad de sacar tanto provecho hasta de un humilde bolígrafo. Todo al servicio de contar historias. Contar viajes, contar ambientes y contar sensaciones, en una ilustración, un cuaderno de apuntes o una novela gráfica. La envidia de muchos colegas. Y encima, siempre con humor, con esa fina ironía, en la ficción y en la realidad.

Recientemente contaba Pere Joan que, después de su primera operación, le preguntó cómo se encontraba y Miguel le contestó: “¡Cojonudo. Estoy de muerte!” Genio y figura.

Miguel Gallardo deja muchos amigos, también en Mallorca. Buen viaje, Capitán Gallardo.